Rayos y Retruécanos: Si tienes treinta y pico años y vas al bar de siempre (bueno, ese cerró, al otro que ya es «el de siempre»), todavía conservas algún amigo del barrio, o a todos, y tus conversaciones giran en torno a toda la tele que te has tragado de pequeño, entonces entenderás perfectamente a Ruth, Candy, Miguel y Juanra, y todo lo que les pasa dentro de este cómic. La confesión: Nikki no puede seguir cargando con su secreto a solas, pero no tiene con quién hablar. Se le ocurre crear una especie de diario público y anónimo. En este cuaderno podrá reconocer que le encanta que la miren sin miedo a que nadie la juzgue. Pero en un pueblo pequeño no es tan fácil y enseguida empieza a sospechar que alguien más sabe su secreto a la vez que ella descubre otro que no puede ignorar. 100 páginas de secretos, mentiras, webcam erótica y más secretos.