Carmen y sus hijos (Lucía y Ernesto) deciden pasar un verano en la finca del abuelo, a quien una reciente operación de corazón mantiene encamado varios meses. Durante estos meses, Ernesto conocerá a Malak, una joven magreví de la provincia y de su contacto diario surgirá una historia de amor entre ambos que Ernesto evocará casi veinticinco años más tarde, mientras recorre Marruecos y elabora un diario en donde, además de anotar las impresiones recogidas en su periplo oriental, nos va relevando los detalles íntimos de ese trágico amor. Historia de los sueños incumplidos, de la memoria, del primer amor y del deseo de un hombre que, metido en la cuarentena, halla en esa historia de amor fracasado la clave de su persistente desasosiego existencial.
