En la mitología griega la gorgona Medusa tenía el poder de petrificar a quien la mirara a los ojos. Los científicos de los siglos XVII y XVIII propusieron varias teorías para explicar la transformación de seres humanos en piedra, entre ellas, la acción de vapores exhalados en terremotos o las transformaciones provocadas sobres huesos humanos por jugos, semillas y vapores petrificantes; las de gran tamaño las atribuyeron generalmente a antiguos gigantes y otras las identificaron como restos fósiles que pertenecían a las víctimas del diluvio universal bíblico. Desde un enfoque de la historia cultural de la ciencia, esta obra expone una visión histórica de los antecedentes sobre la identificación de fósiles humanos o la cuestión de la antigüedad de la humanidad, y explica cómo las obras de los clásicos greco-latinos y la Biblia fueron los marcos intelectuales en los que se desarrollaron los estudios científicos sobre el proceso de petrificación y su acción sobre los restos humanos y cadáveres mineralizados hallados en excavaciones y minas.