El triunfo de la revolución comunista en China y el ascenso de Mao al poder en el país más poblado del mundo supone una vuelta de tuerca en el escenario internacional del siglo XX. El viejo Imperio del Centro desaparece en medio de una serie de turbulencias políticas que comienzan con la penetración sistemática de los europeos en su territorio y terminan con la proclamación de la república después de la revolución de 1911. Tras una larga serie de duros conflictos entre el Kuomintang, de Chiang Kai-shek, y el joven Partido Comunista Chino, en cuyas filas destaca desde muy temprano la figura de Mao Zedong, llega la victoria comunista. Dan comienzo entonces una larga serie de reformas que eliminan el viejo sistema chino sobre la base de la experiencia comunista soviética. La ruptura con la URSS permite a la dictadura de Mao seguir su propio camino. Durante los últimos años de Mao, con la influencia de reformistas como Deng Xiaoping, se conforma un nuevo modelo de sociedad representado con precisión por el lema " un país, dos sistemas " .