Un punk de dieciocho años que pinta rostros deformados y se pregunta qué es el amor; un adolescente paranoico que se cree una estrella de rock y sufre manía persecutoria; un estudiante de cine, fascinado por las películas de terror de serie B, que quiere rodar un porno duro corno trabajo de fin de curso; un cuarentón francés que practica la coprofagia y sueña con descuartizar a muchachos adolescentes, cosa que lleva a cabo su mejor amigo, con ayuda de una taladradora... Y, en el centro -cuerpo deseado, poseído, agredido, mutilado-, el pasivo George Miles, que vive rodeado de sus fetiches de Disneylandia y se pasa el día entero colocado con ácido, dejándose arrastrar por la marea de los deseos y pasiones de quienes lo rodean. Con una prosa incisiva, un ritmo trepidante, un tono brutal y algunas pinceladas de un humor salvaje, Dennis Cooper agita un cóctel auténticamente explosivo, mezclado con la ayuda de los más variopintos ingredientes: el cine de terror de serie B, la pornografía en sus diversas variantes y subgéneros, las comedias de adolescentes, el rock y la estética punk. Una novela brillante y provocadora, que plasma sin velos ni tapujos un mundo en el que el sexo y la violencia se expresan de manera visceral y cotidiana. «Contacto es una novela de terror en la que el monstruo es el amor, algo más temido que la muerte» (Lúe Sante). «En la línea de Poe, el Marqués de Sade, Baudelaire o Bataille, autores que también se enfrentaron con la muerte»