Un protagonista singular, único, es despertado a las dos de la mañana por los agentes de la policía sevillana. Cierto funcionario del consulado ruso, devoto de Basilio el Bendito, el yurodivi o Santo Loco, contemporáneo de Iván el Terrible, ha sido asesinado, y una huella parcial conduce hasta el pequeño ático del protagonista frente al río Guadalquivir. Trata de blancas, agentes del KGB reconvertidos en mafiosos o sicarios al servicio del mejor postor, lavado de capitales, esclavitud sexual, virtudes y lacras de la globalización, sirven de argumento narrativo para contar la historia de un excluido entre los excluidos que, sin embargo, ha alcanzado el éxito sumergiéndose a fondo en la extraordinaria tradición histórica y artística de su ciudad, capital de la primera globalización mundial.