En 1997, Cristina Bergua, una adolescente de Cornellá, desapareció sin dejar rastro. Aquel caso supuso un antes y un después en la investigación criminal en España, que desde entonces ha cambiado sus protocolos de actuación y ha hecho uso de los importantes avances acaecidos en la ciencia forense.
Sin embargo, a lo largo de este tiempo ha habido otros sucesos importantes que no se han logrado resolver. Asesinatos violentos como los de Sheila Barrero o el triple crimen de Burgos, y desapariciones como las de Yeremi Vargas o Margalida Bestard. Casos complejos, pruebas manipuladas, escenas simuladas, sospechosos que quedan en libertad. Episodios que en su día ocuparon los focos de los medios y que con el tiempo se fueron desvaneciendo sin que la justicia lograra dar con los culpables y esclarecer lo ocurrido.