El cuerpo de un amigo destrozado por la metralla, la voz de un hombre que pide clemencia, la mano de una niña que asoma escarbando entre la basura para encontrar algo de comer...Hay imágenes que vuelven una y otra vez a la mente de Frank Money, un veterano de la guerra de Corea que ahora vuelve a Estados Unidos en busca de olvido y afecto.
Corren los años cincuenta del siglo pasado y las heridas de Frank no son solo físicas: su patria es racista, su familia ha acumulado mucho odio, y el regreso parece más un camino hacia el infierno que una vuelta al hogar. Su destino es Georgia porque Frank quiere rescatar y devolver a casa a su hermana Cee, casada con un chulo que la abandonó a los pocos días de la boda, y empleada en casa de un médico sin escrúpulos.
Es la determinación por salvar a esa mujer frágil lo que llevará a Frank a asumir sus culpas y saldar cuentas con lo que fue su vida. Ahí, en ese ir y venir de emociones hondas , brilla el talento de Toni Morrison, una mujer que lleva el dolor en la punta de los dedos y lo gobierna con pocas y buenas palabras.
«A mis ochenta y un años, me siento atenta, vital, yo diría que espléndida... cuando escribo.»
Toni Morrison